jueves, 4 de marzo de 2010

Abstracciones en medio del estupor… Sueños de color púrpura..

De púrpura me encontraba vestida, de vestido vaporoso y de mucha tela, pero era tan liviana como una pluma, me encontraba en una de esas fiestas similares a aquellas que solían hacer la aristocracia europea hacia los siglos XVIII- XIX… bueno ni tanto, más bien de esas fiestas ostentosas en donde se gasta una fortuna parta arrepentiré después.. En la fiesta además de la música de moda y clásica en los momentos solemnes… no escuchaba mas sino de hablar sobre mi futuro, mi expectativas, mi futuro profesional y laboral, hasta de mi apariencia, pues no creían verme bella… me proferían felicitaciones hasta de las personas que no creí que me las dieran... las devolvía con un saludo cordial y todo el mundo quería cruzar palabras conmigo y me invitaban a sus respectivas mesas… Los chicos que me rodeaban querían sacarme a bailar, pese a que tengo escasa experiencia en danza y en manejo de tacones accedía… la aprobación ajena era oportuna para mi, pues había triunfado… según para los demás , pero para mí era apenas el comienzo del ingreso a aquello que podía será gente de mi inmortalidad, pues si tenían mucho que felicitarme: luego de 7 años algo tortuosos pero que al final te dejan con un buen sabor de boca, graduarme de Medicina, después de tanto, recitar el juramento hipocrático… Pero comprendía en parte que aun no había aprendido totalmente el arte hipocrático.

Igual pese a la presencia humana mi alma se encontraba sola, pues solo veía sombras alrededor de ella, sombras que celebraban al unísono del baile de moda y de un buen trago, en un momento sentí que el aire era denso y que me acortaba la respiración, decidí ir a la terraza del lugar, allí desde lejos percibía el brillo de la ciudad, un cielo despejado que es raro en la ciudad y una luna llena, el firmamento lo miraba absorta y mi mente lo hacía como su lienzo para dibujar las formas que solo mi imaginación hacía posible, luego noté que los zapatos de tacón me incomodaban y que mi pierna izquierda donde tengo una varice a nivel de la zona poplítea, empezaba a dolerme, me quité los zapatos y luego tuve una sensación extraña no solo sentía alivio de la pierna afecta, sino que me sentía más ligera y muy pronto tenía la sensación de estar volando, lo atribuí en principio a una champagne que tome en el brindis, un cocktail y de una copa de un cavernet sauvignon luego de una cena de tipo italiana… pensé “el alcohol hace lo suyo, mmh sabía que mis citocromos hepáticos no iban a suplirlo”… mientras lo pensaba muy pronto me di cuenta que estaba ¡volando!, apenas mi vestido se movía al compás del viento nocturno, y que salí de la baranda de aquella terraza y que la vista de todo era a 100 metros de aquel piso de hotel donde se hacía aquella recepción, la vista era panorámica y lo veía todo del tamaño de las laboriosas hormigas, luciérnagas se movían en las autopistas, y los edificios del tamaño de mis manos, La Plaza de Toros como un gran plato de ajiaco, y me encontraba por encima de Monserrate, pese a la altura, al clima comúnmente gélido de la ciudad de Bogotá y el vestido poco abrigador: no sentía frío y me daba el lujo de decir que estaba a mas de 2500 metros más allá de las estrellas… grité a lo lejos diciendo eso.. Las estrellas me parecían cada vez más grandes, y me iba alejando, muy pronto del entorno terrestre, apenas veía en mí un extraño brillo alrededor de mi cuerpo y era ascendida, de forma lenta.

Me encontraba en el firmamento, y pese a la supuesta lógica de ser imposible mi supervivencia en el firmamento por gravedad 0 y de presión de O2 de 0, sin protección: no tenía traje de astronauta, sino que me hallaba igualmente vestida con los pies descalzos y solo lo que me aguardaba era un halo de luz albica alrededor de mí, quizás ella me protegía de la situación física que podía implicar mi desaparición y por ende mi ocaso, admiré el firmamento, el cual solía ser muy grande para mí, apenas yo era un elemento microscópico para su grandeza, pero a medida que permanecía allí el firmamento, el universo se me hacia accesible para mí, de tal forma que manipulaba las estrellas a mi antojo, siendo inmune a sus 2000 K de temperatura, armaba formas que solo daban lugar mi imaginación, había deshecho las alhajas que llevaba puestas y las reemplace las elaboradas con estrellas, así como hacerme un tocado, luego el vestido purpura fue cubierto de brillantes proveniente de la nebulosa de Andrómeda… aquello lo veía con el reflejo de Neptuno, de tal forma me estaba negado a sentir sensaciones desagradables, mas las agradables se intensificaban mas al pasar el tiempo, que veía no pasar ni sobre el firmamento ni sobre mí.
Navegue por allí, fui a un portal y fui al paraíso inaccesible para los mortales, y pude acceder a ver a los inmortales vi a aquellos que vivimos invocando… veía sus grandes obras con su mayor esplendor, las fantasías literarias y artísticas se veían allí así como los dioses de la mitología griega, parecían estar enterados de mi primer triunfo sobre la tierra, pude admirar aquello, quería quedarme allí y parecía que Apolo quería decirme algo. Sin embargo, Éolos pasó en frente mío y mi peso era como de una pluma, él generó una ráfaga me sacó bruscamente y no pude sostenerme de alguna rama, hasta sacarme de aquella dimensión y quería volver a entrar, pero el portal se cerraba, por un momento me decepcione, tener por un momento aquel júbilo, y de tal forma poder transportarte allí, volví al firmamento, infinito como siempre, encontré la luna y comprobé que no era de queso pero ese polvo de luna me nublo el brillo del vestido producto de Andrómeda, sin embargo aquel polvo de luna hacia que la luz azulosa me cubriera de pies a cabeza, pisar la Luna me descansaba aun mas los pies, y muy pronto estaba calzada con unas baletas del color del polvo de luna, la luz solar muy lejana reflejaba su luz sobre ellas, finalmente sentí cansancio; un mensajero llego a la luna, era una especie de materia etérea que luego se fue convirtiendo en un hombre de apariencia angelical, pálido de cabellos color cenizo y de ojos grises, noto mi cansancio, vertió sobre mí un polvo que pareció adormecerme, y me llevo a dormir en las nubes nocturnas, las sentía suaves y me abrigaban pues empezaba a sentir frío, al otro día parecía haberte visto durante todo ese tiempo, parecía sentirme mojada pues las nubes estaban llenas de agua, cuando me vi en un reflejo de agua, que mi vestido se había vuelto blanco, así como mi piel morena y mis negros cabellos, veía sobre mí un intenso resplandor… el esplendor blanco era tan intenso que no pude advertir mis ojos en el reflejo, me senté sobre la nube, cuando vi sobre un campo verdoso un jardín lleno de flores, inmediatamente se advertía sobre mí un par de alas, y volé hacia allá y mi tamaño era inferior al de las flores de variados colores, podía elegirla como mi casa, al introducirme sobre las flores bebía su rocío y de repente mi vestido así como mi cabello cambiaba de colores: a un tulipán rosa, a una margarita azul, aun siempre radiante y amarillo girasol, a una petunia verde, hasta que vi a una lila que expedía un olor agradable y quería vivir allí, era el área más cómoda, la cama era mullida para cualquier hada, e inclusive planeaba como iba a ser organizado mi consultorio y el laboratorio, cuando en un ventanal de la lila que era mi posible hogar, vi el arcoíris y quise volar hacia él, y lo alcancé, vi la mítica olla de oro en su final, e infiltré en el arcoíris, y este me elevo casi hasta el firmamento, cuando este desapareció y empecé a caer como meteorito, mi peso había aumentado diez veces más… caía como una bala en gran altura y cuando sentí caer…

El bus pitó, se escuchaba la música de siempre, y estaba por llegar a la universidad, sin darme cuenta pues durante mi camino esa pequeño pasaje imaginario invadió mi mente, invadió mi realidad… cosa que no me encontraba dormida , pude haber dado la impresión de una crisis de ausencia ... pero parecía haber perdido contacto con la realidad en ese momento… todo estaba imaginándolo, el que me decía al lado la mirada era fija a la ventana, veía con desdén el paisaje, y sin darme cuenta de mis dos horas de viaje llegue e la universidad.. Todo era un bello abstraimiento…allí me di cuenta que mis pensamientos me pueden absorber y el verdadero significado del púrpura para mí: Pasión y Sabiduría, dominio de sí mismo, nobleza, poder extravagancia... Si mis pensamientos son extravagantes a veces..
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1. Crisis de ausencia: es una variedad de epilepsia, que se caracteriza en un estado catatónico, estas sentado con los ojos abiertos pero no reaccionas ante nada, aunque no te creas.. eso es prevalente en la edad infantil..

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